martes, 15 de enero de 2013

Pimpi Florida

En medio del barrio de El Palo se esconde un bar angosto, de aspecto modesto y hasta demacrado, y que sin embargo siempre está lleno hasta la bandera. Se trata del Pimpi Florida (calle de Almería 13), el local con más encanto, más salero y menos metros cuadrados de toda la ciudad de Málaga. Noche tras noche, los parroquianos se hacinan en el largo y estrecho pasillo que queda entre la barra y una pared llena de recuerdos fotográficos, y se preparan para una tarde-noche de risas, música y más de una sorpresa. Porque sí, en el Pimpi Florida es normal que una gitana se abra paso para callar la boca a todos con su potente chorro de voz y la letra de un drama flamenco. O que, de repente, suene el Cristo de la Buena Muerte y alguien sea transportado a hombros, a modo de procesión, de una punta a otra del bar. Y es que aquí los grupos se hacen uno al son de hits de Raffaella Carrà, la Niña de la Puebla o Manolo Escobar. Entre esas cuatro abarrotadas esquinas que forman el Pimpi, varias generaciones de malagueños han compartido miles de anécdotas divertidas, y las que aún quedan, gracias a Jesús López, el hombre que hay tras la barra de un bar con magia. Gracias a mis amigas Marta y Ana pude conocerlo, y aquí os dejo unos segundos de experiencia en el Pimpi Florida.

miércoles, 2 de enero de 2013

2013

Llegó el 2013 a Málaga con un poco de frío después de unas semanas al calorcito, y lo empiezo bien acompañado. Os presento a mi nuevo compañero de piso.


Sí, es un aloe vera. Todavía es pequeñito,  pero con el clima tan estupendo que hay en la Costa del Sol, no podría encontrar un compañero mejor: aguanta el calor y la humedad sin quejarse, no pide mucha agua y se conforma con su trocito de tierra. Si ya pagara parte del alquiler, sería mi mejor amigo.

Espero que vosotros también hayáis empezado el 2013 con buen pie y haciendo la fotosíntesis :)

¡Feliz 2013!